Nota: Hemos desenfocado todos los datos personales de las lapidas por dos motivos, por respeto a la persona que descansa y porque sólo son un muestra del estado general.
Ayer no era 1 de noviembre.
Ayer el postureo y la hipocresía paseaba por las terrazas entre litros de excesos que se persiguen a diario, enseñando el ultimo invento, la ultima prenda, el ultimo viaje, cualquier accesorio inútil mas allá de esa felicidad provista falsa e instantánea que termina por no hacerte olvidar que se rompieron tus sueños con el frío de la falsedad, ¡y que falta coraje! al menos para librar a los que amas de esa terrible miseria.



Ayer el cementerio estaba abandonado.
Sólo había flores secas, abandonadas, tiradas por el suelo. Olvidadas en la compañía eterna de un letrero que reza resplandeciente «nunca te olvidaremos«
Los pasillos vacíos, llenos de MUERTOS
Ayer no había un niño que aun espera un regalo, ese padre que anhela un abrazo, la madre que sueña con la sonrisa de los suyos, los abuelos que se creyeron que nunca los olvidaríamos.
Ayer bajo las lapidas no había personas, sólo había MUERTOS

Soñamos todos con un mundo mejor y algunos incluso agradecen la diferencia de ser una persona humana sensible comprometida con lo demás. Pero es un error pensar, en que hay personas que son buenas y simplemente son así. Sus padres, con su educación los hicieron así.
Si entendemos esto, y empezamos a educar desde el respeto, y el compromiso a los que mas lo necesitan, en pocas generaciones esta vida, no sería esa «vida de m$%da» que cada vez mas os leo en vuestros labios.
Ayer Día de Reyes, y como tantas veces al año, fuimos a estar con vosotros, a sentiros, porque os queremos os extrañamos, os necesitamos y estáis siempre presentes en nuestra vida.
Visabuelos: Isabel y Javier; Abuelito Fernando, Abuela Patro, mi querida hermana Blanca, feliz día de Reyes, porque vosotros estáis, nosotros estamos, y tan sólo eso importa.

